Por una vez tuve suerte con el tiempo. Salí a correr al mediodía. El entrenamiento era de algo menos de 5 km. El podómetro del khenéfono ya funciona bien. Sólo había que cambiarle la pila.
Por estos lares, lleva todo el día lloviendo, tronando y granizando. Mientras iba a casa a ponerme la ropa de correr estaba cayendo una granizada. Me cambié, bajé a la calle y... ¡había parado! ¡Incluso había salido el sol! Hice mis kilómetros y, cuando estaba llegando a casa, empezó a llover de nuevo. No siempre iba a ser correr con mal tiempo.
Como el khenéfono me está entrenando por pulsaciones, mi ritmo es muy bajo, entre 6 y 7 '/km. Confío en que el plan esté bien diseñado, por que me veo haciendo peor tiempo que el año pasado.
Faltan 95 días para el Mapoma, el tiempo justito para empezar un plan de entrenamientos de maratón para rezagados.
Por estos lares, lleva todo el día lloviendo, tronando y granizando. Mientras iba a casa a ponerme la ropa de correr estaba cayendo una granizada. Me cambié, bajé a la calle y... ¡había parado! ¡Incluso había salido el sol! Hice mis kilómetros y, cuando estaba llegando a casa, empezó a llover de nuevo. No siempre iba a ser correr con mal tiempo.
Como el khenéfono me está entrenando por pulsaciones, mi ritmo es muy bajo, entre 6 y 7 '/km. Confío en que el plan esté bien diseñado, por que me veo haciendo peor tiempo que el año pasado.
Faltan 95 días para el Mapoma, el tiempo justito para empezar un plan de entrenamientos de maratón para rezagados.