Corredores en la niebla

Este jueves cuando salí a correr, había una niebla espesa, de la que los ingleses llaman sopa de guisantes. El entrenamiento fue corto, de recuperación, de tan sólo 5 kilómetros, pero me dio tiempo a pensar.

Recordé a Dian Fossey y sus «Gorilas en la Niebla», asesinada en Ruanda hace ya 23 años.




También recordé una película bastante inquietante, Silent Hill, que está basada en un videojuego.



Otro clásico que me vino a la cabeza fue «La Niebla» de Stephen King, de la que han hecho hace poco una película bastante fiel al libro.


Por último mi mente vagó por Londres, una ciudad que me encanta y que suelo visitar a menudo. De Londres me queda la espinita de una vez que fui «de guía» con una gran amiga y su familia, y ella decidió no volver jamás a pisar esa ciudad. Hace años que vengo dándole vueltas a la cabeza de por qué tomó esa decisión, qué fue lo que no le gustó, y de si hubiera podido enseñarle la ciudad de otro modo, de manera que le hubiera gustado.

Esta vez fui «bien vestido», con las tres capas. Fue un entreno muy cómodo. Hoy viernes, toca descanso. Mañana rodaré diez kilómetros por Vigo.