Cuando ya di por perdido y por desaparecido el khenéfono, guardé el luto pertinente por aquel que me había acompañado tantas noches durante los entrenos. Pero el tiempo pasa, las cicatrices se curan y el luto fue aliviado. Un buen día, mi chica me dijo que había estado buscando un MiCoach para regalármelo por mi cumpleaños pero que no lo había encontrado. Tuve curiosidad y yo también lo busqué. Encontré una tienda on-line que lo ofrecía a un precio asequible. Hablé con mi chica y, al ver mi cara de gato compungido, me dijo: «Cómpr...» (Antes de que hubiera terminado, ya estaba estaba delante del ordenador conectándome a la red) «...alo!».
En dos días lo tenía en mis manos. Lo más flipante fue que me llamaron de la tienda on-line pidiéndome disculpas por haber tardado tanto en hacer la entrega, que debería de haberme llegado el día antes pero que habían tenido problemas logísticos.
Es casi igual que el anterior. Le puse una tarjeta MultiSIM, para que tenga el mismo número que mi otro móvil y ya tengo nuevo compañero de rodajes. Todavía tengo que terminar de configurarlo y espero estrenarlo el domingo. La principal diferencia es que las locuciones son en inglés. A ver cómo suenan las indicaciones en el idioma de su graciosa majestad.
1 comentario:
Lastima que eu vendera o meu fai pouco
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