
El recorrido al mediodía fue bastante distinto a mis recorridos nocturnos habituales. La marea estaba bajando y pude ver varias garzas comunes, cisnes blancos (lógicamente, porque los negros son australianos y les costaría un poco llegar hasta aquí en estado salvaje), un par de parejas de ánades reales, cuatro o cinco urracas, y mogollón de gaviotas reidoras (choronas para os galegos) y tridáctilas patiamarillas (con lo fácil que era decir gaviota argentea hasta que decidieron que era una subespecie autóctona gallega). Hacía sol y no sé si era mi sofoco o si realmente hacía calor.
Como el sábado cambian la hora, será más facíl que algunos de mis entrenamientos sean con luz de día. Algo bueno tendria que tener lo de dormir una hora menos esa noche.
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