lunes, 31 de marzo de 2008

Último largo nocturno (espero)

Hoy hice el que espero que sea el último largo nocturno antes del Mapoma (con la inestimable ayuda del cambio de hora). Fue un largo progresivo de 17 km, comenzando a 5'55"/km y terminando a 5'10"/km. A continuación hice 3,5 km de toboganes, que creo que me van a venir muy bien de cara al trazado del Mapoma (gracias Marina por tu consejo). Por supuesto, al llegar a casa terminé el entreno con estiramientos variados.

En esta ocasión llevé el cinturón de hidratación y unos higos secos para el camino (ahora tengo que darle las gracias por el consejo a Carlos, gran atleta y mejor persona). Como despedida a los rodajes nocturnos, tuve un entrenamiento pasado por agua. Las piernas me pedían tregua y la mente trataba de engañarme:
-¿No tienes ganas de echar un pis?.-me decían.- Creo que se está formando una ampolla en el meñique. ¿Por qué no paras y lo miras?

No me hice caso a mi mismo y continué corriendo. Lo pagué con sangre. Aunque me había echado vaselina en los pezones, llegué a casa con unas bonitas marcas carmesí. Lo de la vaselina es un consejo que me ha resultado inútil y doloroso. Volveré a usar lo que me ha funcionado siempre: un par de trocitos de Leukofix (esparadrapo de tela para apósitos) del tamaño de una moneda de 10 céntimos. Lo del meñique aún no lo miré bien, pero también está cubierto de sangre. Ahora me daré una ducha y restañaré mis heridas.

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