martes, 25 de noviembre de 2014

PARA LAS RODILLAS, ¿ES MEJOR CORRER SOBRE TIERRA QUE SOBRE EL ASFALTO O LAS ACERAS?

¿Es mejor correr sobre el asfalto que sobre la acera? ¿Es mejor correr sobre la tierra que sobre el asfalto? ¿Por qué? ¿Porque es más blando?

He buscado información sobre este tema y en todos los sitios dicen lo mismo. Lo argumentan usando el sentido común pero en ninguna parte he encontrado a nadie analizando con rigor este asunto. Voy a tratar de analizar qué le ocurre a la rodilla en términos de dureza del suelo, aplicando valores aproximados, sin pretender ser un análisis científico riguroso sino como un divertimento. Sólo analizaré la rodilla y su impacto, de manera poco holística.


El valor que indica la elasticidad de un material se conoce como Módulo de Young y se representa por E. La ecuación que relaciona la elasticidad de un material, con la tensión aplicada (σ) y la deformación unitaria producida (ε) se conoce como ley de Hooke, que dice:

ε =σ / E

Si observamos los valores medios aproximados del Módulo de Young para los distintos materiales sobre los que solemos correr, nos encontramos que hay una gran diferencia entre ellos:

Hormigón: 300.000 kg/cm2
Asfalto: 120.000 kg/cm2
Madera: 100.000 kg/cm2
Tierra apisonada: 10.000 kg/cm2

Esto quiere decir que la elasticidad del asfalto es dos veces y media mayor que la de las aceras. La elasticidad de la tierra es 12 veces mayor que la del asfalto y nada menos que ¡30 veces mayor que la del hormigón!

Ahora está claro por qué un cristal se rompe al caer en una acera pero no lo hace al caer en la tierra.

Según se puede leer en diversas publicaciones, el impacto de un pie durante una carrera equivaldría al apoyo del triple del peso de un corredor. El pie de un corredor de 80 kg soportaría un impacto de 240 kg en cada pisada. Suponiendo que el corredor talonase (que el primer punto de apoyo sea el talón), el área del impacto puede ser de unos 20 cm2. La tensión ejercida en el momento del impacto sería entonces de unos 20 kg/cm2.

A ver qué pasa con los distintos materiales:

εhormigón= 20kg/cm2 / 300000 kg/cm2 = 0,006 %

εasfalto = 20kg/cm2 / 120000 kg/cm2 =  0,016 %

εtierra = 20kg/cm2 / 10000 kg/cm2 =  0,200 %


Vaya, la tierra se deforma ¡30 veces más que el hormigón! Bueno, eso es lógico puesto que la deformación es directamente proporcional a la tensión y es algo fácilmente observable.

Aunque, claro, si la tierra absorbe mejor el impacto, la reactividad de la zapatilla es menor. Es decir, el impulso que tomamos con cada zancada es menor en la tierra que en el asfalto o que en el hormigón. Además, el coeficiente de rozamiento es menor y la zapa también pierde impulso por este motivo. Creo que en la próxima carrera voy a ir todo el rato por la acera.

Pero lo que realmente me interesa en este caso es qué le ocurre a mi rodilla. Tengo oído a médicos deportivos diciendo que los meniscos se rompen por impactos directos, no por impactos del pie contra el suelo. No voy a entrar en el desgaste de menisco ni en condromalacias varias. Si no hubiera articulaciones, teniendo en cuanta que los huesos humanos tienen un módulo de elasticidad de ¡210.000 kg/cm2!, sería lógico ir por el asfalto o por la tierra. Pero nuestro cuerpo tiene cartílagos y tendones. El cartílago tiene un módulo de elasticidad de 240 kg/cm2 y los tendones de 6000 kg/cm2.

La superficie de contacto de los meniscos y los cartílagos es inferior a la de la huella del contacto entre pie y suelo. Los meniscos y cartílagos se deforman más de ¡40 veces más que el suelo de tierra! Eso quiere decir que, en el momento del impacto de la pisada, primero se deforman los músculos del talón, después el cartílago y, por último, la compresión ejercida sobre el suelo deforma la tierra.

¡Ups! Algo no va bien. Es como si ponemos un gajo de naranja sobre una rodaja de manzana y presionamos. Primero se deforma la naranja y, cuando ya está completamente aplastada, comienza a machacarse la manzana.

Pero nos falta un factor por analizar: la amortiguación de la zapatilla. La goma tiene un módulo de elasticidad de 80 kg/cm2. No sé qué módulo de elasticidad tiene el gel de Asics o el MoGo o todas esas amortiguaciones que llevan nuestras zapatillas (y me da pereza buscarlo). La goma se deforma, como mínimo, ¡tres veces más que el cartílago!

Así que el resultado es:

Primero se deforman los músculos del talón, después la amortiguación de la zapatilla, después los cartílagos y meniscos y, por último, una vez que todos los anteriores han absorbido el impacto, deformamos el suelo.

Dicho de otra manera:
Ponemos un filete. Encima del filete ponemos un huevo frito. Encima del huevo, unas patatas fritas. Apretamos hacia abajo con un tenedor y, ¿qué pasa? Que primero se aplasta el huevo, soltando toda la yema (amortiguación de la zapatilla), después se aplastan las patatas fritas (meniscos y cartílagos) y por último se aplasta el filete (suelo).


Así que, si nos preocupa la salud de nuestras rodillas, no debemos preocuparnos tanto de por dónde corremos y de llegar a casa con las zapas llenas de barro, como de llevar unas buenas zapas con una buena amortiguación... y de correr de manera correcta. Pero eso lo dejo para otra ocasión que me ha entrado hambre y me voy a freír unos huevos con patatas.

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