Estaba Papá Noel sentado en su sillón, con aire pensativo, descansando tras haber terminado con la entrega de todos los regalos de Navidad, cuando uno de los elfos se le acercó con una gran sonrisa. Papá Noel levantó la mirada y vió que el elfo llevaba en las manos un paquete envuelto en papel de colores y con un enorme lazo, y que detrás de él venían todos los elfos que habían participado en la campaña 2010. El elfo le ofreció el regalo y Papá Noel lo aceptó con una sonora risotada, agradeciendo a todos el detalle. Despacio, muy despacio, abrió el paquete y descubrió unas flamantes Brooks Adrenaline GTS 11, unas mallas largas New Balance, una camiseta técnica Nike y un gorro Asics. Papá Noel estaba francamente sorprendido. Debajo de todo había una hoja con un plan de entrenamientos para iniciarse en el running, de Rodrigo Gavela. Papá Noel levantó la mirada y no se pudo resistir a las miradas ilusionadas y expectantes de los elfos. Les agradeció los regalos y prometió usarlos.
Al día siguiente, Papá Noel cumplió su promesa. Enfundado en tan extraña indumentaria, se puso a trotar en la noche ártica. A los diez minutos tuvo que parar. Se sentía cansado pero extrañamente emocionado con lo que acababa de hacer. Las agujetas no le permitieron salir al día siguiente... ni al siguiente... ni al siguiente. Al cuarto día los elfos le estaban esperando para compartir un rato con él y consiguió, entre andar y correr, estar durante algo más de media hora en movimiento.
A mediados de abril, Papá Noel salía a correr 5 días por semana. Había bajado unos kilos y se le veía contento. Se animó a participar en su primer diez mil, que se celebraba en Iisalmi, a unos pocos kilómetros del Ártico. Llegó entre los últimos pero volvió al Polo Norte muy satisfecho y con una preciosa camiseta técnica conmemorativa de la prueba.
Al llegar el mes de agosto, se animó a ir a Alaska y participar en un medio maratón, con el aliciente de que se llamaba el Santa Claus Half Marathon. No quedó tan mal. Por entonces ya había tenido que cambiar las zapas y tenía una pequeña colección de camisetas técnicas, desde la talla XXXL de su primera carrera hasta la XL de la última. No corría solo. Un grupo de elfos lo acompañaban e incluso habían formada un club de atletismo y se habían federado. Se hacían llamar el C.A.R. Navideño.
Cuando llegaron las fechas de empezar con la preparación de la campaña Navidad 2011, Papá Noel dejó de participar en carreras pero no de salir a entrenar. En diciembre, le echó el ojo a su primer maratón, que iba a tener lugar en el Polo Norte en el mes de abril. Decidió empezar a entrenar en cuanto terminara con la campaña navideña.
Este año, Papá Noel montó en su trineo calzando sus zapas. Este año no se iba a quedar atrapado en una chimenea como le había pasado el año anterior. Y, este año, le tiene un especial cariño a los corredores. Espero que se haya portado bien con todos vosotros.
Felices fiestas a todos.
Un abrazo enorme,
Khene
2 comentarios:
Nada que envidiarle a Dickens y su cuento de Navidad, Khene eres un fenómeno. Deberías escribir un libro.
Felices fiestas y un 2012 lleno de salud.
En ello estoy, Xanito XD
Felices fiestas también a ti y un 2012 lleno de kilómetros para tus zapas.
Un abrazo :D
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