Diez de la noche. Me planto en la calle con las mallas piratas, camiseta técnica de manga larga, gorrito en la cabeza. Me quedo un par de minutos mirando el Forerunner mientras conecta con los satélites. Oigo una voz que dice: «Mrrñññññs ddsn mrrngillo?». Me giro y veo a un hombre bajito, sin afeitar que me mira. Me repite: «¡Que si tienes un cigarro!». No me lo puedo creer. Levanto las manos con las palmas hacia arriba y le respondo: «No». El hombre se marcha y a mí me dan ganas de buscar la cámara oculta.
En Castrelos había mucho movimento. Un equipo haciendo progresiones, gente rodando, una chica haciendo series cortas y yo haciendo mis 4.2 km.
Hoy estaba muy cansado y me planteé si debo seguir entrenando a diario. Me costó un egg salir a correr. Cuando me ponga con un entrenamiento en serio no sé si podré salir todos los días o si necesitaré días de descanso. De momento llevo 9 días.
1 comentario:
Sufre, mamón! Es normal que haya días en que no te apetezca un egg salir a correr... pero a los que entrenamos un día sí y otro no, cuando nos toca a veces tampoco nos apetece. No se consuela el que no quiere.
Salu2 ;-)
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