Navegar sin temor
por Ourense es lo mejor,
no hay razón de ponerse a temblar.
Y si viene negra tempestad
reír, correr y cantar.
por Ourense es lo mejor,
no hay razón de ponerse a temblar.
Y si viene negra tempestad
reír, correr y cantar.
Creía que no llegaba a Ourense. Vaya temporal de viento y lluvia me pilló por el camino. 160 km de vendaval y chuzos de punta. Llegué y aparqué al lado del campo de fútbol, por la calle Ervedelo. Cuando iba a recoger el dorsal, un hombre que estaba montando una «pulpeira» y que me vio pasar con el pantalón corto y el chubasquero, me dijo: «Mal tiempo para correr». «Pues sí», le contesté. Me quedé pensando un rato y le volví a contestar: «O no». Me sentí muy, pero que muy gallego.
Llegué al Pabellón de los Remedios y recogí el dorsal. El tiempo seguía siendo horrible. Todo estaba muy bien organizado. Al salir vi un toldo anunciando la Fundación Óscar Pereiro.
Bajo el toldo estaba Alejandro Gómez, con un halo de «atletismez» (el de rojo, de perfil). Me acerqué y me apunté a la carrera del sábado que viene. No sé si iré o no pero eran dos euros por una causa benéfica y no me importa perderlos.
Me crucé con Irdam dos veces. La segunda vez pudo poner el freno y estuvimos hablando un rato. Me pareció ver pasar a Arturo pero no pude saludarlo. Después vi a Jose Luis Quintela y cruzamos unas palabras. Me dirigí al lugar de la Kedada y allí estaba Óscar. Mientras charlábamos, aparcó un coche justo delante de nosotros y de él bajo, nada menos que ¡el mismísimo Óscar Pereiro!
Empezaron a llegar los demás: BaoEs, Pataruco, Rafita, Zeus Ourense, Pipe, el gran Jose María, Toledano, Tara, Jorbaiona, Javi y alguno más cuyo nick no recuerdo. Un fotógrafo de La Región nos hizo una foto. Preguntó de qué club éramos. «¡De Correr en Galicia!», contestamos. Siguieron llegando más corredores a la Kedada y nos hicimos la foto oficial. Después me fui al coche, a quitarme lo que me sobraba y a ponerme lo que me faltaba.
Calenté durante 15 minutos, todo un récord. Me fui a la salida cuando decían que faltaban unos segundos.
Me lo tomé con calma. Salimos y nos cruzamos con un grupo de personas que protestaban contra el ERE en el diario La Región, justo antes de la primera cuesta. Subí el repecho con calma para no disparar las pulsaciones. Hice la última foto y guardé el khenéfono.
Cuando enfilaba el primer llano, vi una camiseta conocida. Era Grimo. Fuimos juntos casi todo el camino, haciendo un poco el chicle, al igual que en La Pedestre de Santiago. En esta ocasión llegó antes que yo a meta.
La carrera no tuvo muchas anécdotas. El tiempo aguantó muy bien y yo me lo tomé con calma, sin forzar. Como no entrene un poco más voy a ir de culo en la Volta á Ría de Ferrol. En la alfombra de los 5 km coincidió que no llevaba nadie a mi lado. Es la primera vez que paso por una alfombra y oigo pitar mi chip sin otros diez o doce a la vez. ¡PIP! Por el kilómetro 8, unos niños pequeños animaban y ponían la mano para que se la chocáramos. Cuando me di cuenta, di un quiebro brusco y pasé chocándole la mano a los peques. Me pareció que los demás corredores pasaban de ellos, porque el público me empezó a aplaudir. En el minuto 50, aproximadamente, empezó a llover y ya no paró. Llegué a meta unos minutos más tarde, consiguiendo mi peor marca en esta carrera, casi cinco minutos más que el año pasado. Se está convirtiendo en una mala costumbre. Creo que estoy inmerso en un Annus Horribilis atlético. En la llegada había un poco de cola pero el agua la daban antes y podías beber mientras esperabas. Recogí un Nestea, un Actimel, una barrita energética, un zumo multifrutas y un sobre con un libro de actividades de Danone (para los niños, claro). Los que no querían hacer cola podían pasar adelante sin detenerse. La entrega de las camisetas fue perfecta. Había carriles donde estaba indicada la talla. Atravesé el pasillo del Pabellón, me despedí de Grimo y me fui al coche, para volver a casa. A las 2 de la tarde estaba en Cambre.
A pesar del mal tiempo que hizo, creo que fue una fantástica manera de pasar una lluviosa y ventosa mañana de otoño.
Llegué al Pabellón de los Remedios y recogí el dorsal. El tiempo seguía siendo horrible. Todo estaba muy bien organizado. Al salir vi un toldo anunciando la Fundación Óscar Pereiro.
Bajo el toldo estaba Alejandro Gómez, con un halo de «atletismez» (el de rojo, de perfil). Me acerqué y me apunté a la carrera del sábado que viene. No sé si iré o no pero eran dos euros por una causa benéfica y no me importa perderlos.
Me crucé con Irdam dos veces. La segunda vez pudo poner el freno y estuvimos hablando un rato. Me pareció ver pasar a Arturo pero no pude saludarlo. Después vi a Jose Luis Quintela y cruzamos unas palabras. Me dirigí al lugar de la Kedada y allí estaba Óscar. Mientras charlábamos, aparcó un coche justo delante de nosotros y de él bajo, nada menos que ¡el mismísimo Óscar Pereiro!
Empezaron a llegar los demás: BaoEs, Pataruco, Rafita, Zeus Ourense, Pipe, el gran Jose María, Toledano, Tara, Jorbaiona, Javi y alguno más cuyo nick no recuerdo. Un fotógrafo de La Región nos hizo una foto. Preguntó de qué club éramos. «¡De Correr en Galicia!», contestamos. Siguieron llegando más corredores a la Kedada y nos hicimos la foto oficial. Después me fui al coche, a quitarme lo que me sobraba y a ponerme lo que me faltaba.
Calenté durante 15 minutos, todo un récord. Me fui a la salida cuando decían que faltaban unos segundos.
Me lo tomé con calma. Salimos y nos cruzamos con un grupo de personas que protestaban contra el ERE en el diario La Región, justo antes de la primera cuesta. Subí el repecho con calma para no disparar las pulsaciones. Hice la última foto y guardé el khenéfono.
Cuando enfilaba el primer llano, vi una camiseta conocida. Era Grimo. Fuimos juntos casi todo el camino, haciendo un poco el chicle, al igual que en La Pedestre de Santiago. En esta ocasión llegó antes que yo a meta.
La carrera no tuvo muchas anécdotas. El tiempo aguantó muy bien y yo me lo tomé con calma, sin forzar. Como no entrene un poco más voy a ir de culo en la Volta á Ría de Ferrol. En la alfombra de los 5 km coincidió que no llevaba nadie a mi lado. Es la primera vez que paso por una alfombra y oigo pitar mi chip sin otros diez o doce a la vez. ¡PIP! Por el kilómetro 8, unos niños pequeños animaban y ponían la mano para que se la chocáramos. Cuando me di cuenta, di un quiebro brusco y pasé chocándole la mano a los peques. Me pareció que los demás corredores pasaban de ellos, porque el público me empezó a aplaudir. En el minuto 50, aproximadamente, empezó a llover y ya no paró. Llegué a meta unos minutos más tarde, consiguiendo mi peor marca en esta carrera, casi cinco minutos más que el año pasado. Se está convirtiendo en una mala costumbre. Creo que estoy inmerso en un Annus Horribilis atlético. En la llegada había un poco de cola pero el agua la daban antes y podías beber mientras esperabas. Recogí un Nestea, un Actimel, una barrita energética, un zumo multifrutas y un sobre con un libro de actividades de Danone (para los niños, claro). Los que no querían hacer cola podían pasar adelante sin detenerse. La entrega de las camisetas fue perfecta. Había carriles donde estaba indicada la talla. Atravesé el pasillo del Pabellón, me despedí de Grimo y me fui al coche, para volver a casa. A las 2 de la tarde estaba en Cambre.
A pesar del mal tiempo que hizo, creo que fue una fantástica manera de pasar una lluviosa y ventosa mañana de otoño.
8 comentarios:
Me gustó tu crónica Paco, trasmites bien la sensación del día lluvioso que estuvo. :-)
Y no creo que estés en un annus horribililis, ¿qué es eso para nosotros? Y como me dicen a mi: ¡si estamos a principio de temporada!, ¿que esperas...?)
Por fortuna, queda poco de año. Gracias por los ánimos y por visitar la Khenesfera ;-D
Khene, me quedo con tu detalle de chocarle la mano a los chavales: ellos no lo van a olvidar. Es difícil conectar con la esencia del atletismo popular tan ocultos como estamos bajo pulsómetros y gps. Un saludo.
La verdad es que, con la que estaba cayendo, tiene doble mérito el haberte acercado hasta Orense para esta carrera... y luego volver a casa... ¡tremendo palizón!
Nos vemos, nos leemos... y corremos ;-)
un placer volver a saudarte y compratir unas palabras y fotos contigo. Desde que nos conocimos en Coruña el año pasado no nos habiamos visto .lo dicho un placer..
- el paso por el km 5 creo que mas bien la alfonbra estaba en el casi 6, jeje
- como dice Banderas mucho merito hacerse casi 400 km para el dia que hizo, pero espero que os haya merecido la pena.. aqui en Ourense siempre encantados de que vengais
Si vas a Ferrol igual nos vemos... tenog ganas de correr una media (de asfalto).. a ver como sigue el tema
Un placer como siempre compartir carrera o parte de ella por lo menos, y sobre todo una buena noticia que vayas otra vez al Mapoma asi podrás aconsejarme y tranquilizarme cuando lo necesite. Un abrazo fuerte.
Bonita crónica... sabes plasmar, aparentemente con sencillez, toda la esencia de lo que vives. Ourense is different!
Creo que nos veremos pronto... si no es en Mos, será en Ferrol ¿intentamos ir juntos sin que nadie pinche?
Un abrazo.
MORSATOLA, en otras carreras he visto a gente hacerlo, pero en esta ocasión nadie parecía verlos.
Banderas, la culpa fue tuya. Me había apuntado pero no iba a ir porque prefería pasar el fin de semana con vosotros.
Oscar, salvo fuerza mayor, nos vemos en Fene.
Grimo, pocos consejos te puedo dar (mejor para ti XD ), pero espero que compartamos experiencias y sensaciones.
Pipe, será en Mos y luego en Ferrol (en Fene, que es de donde sale este año). Te debo un abrazo (ya sabes, un abrazo viril, con golpecitos en la espalda mientras decimos tacos y nos insultamos)
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