Supongo que hasta que pase el invierno va a ser difícil participar en una carrera con sol. Esta fue la primera de la temporada de lluvias, la primera de otoño, la primera de las últimas del año. La que marca el tránsito (de los entrenamientos con luz a los que indefectiblemente haré de noche) es la pedestre de Santiago, por lo del cambio de hora. Pero, para mí, la de Arteixo es la primera de otoño.
Llovía en Arteixo cuando mi chica, mis niños y yo llegamos al Pabellón «Ponte dos Brozos». El chaval quiso participar en su categoría y fuimos juntos a recoger los dorsales. Troté un poquito a su lado para calentar pero enseguida llamaron a los peques a la salida. Después de la carrera de los peques me quedé a ver la de los «menos peques» en la que corría «corredorgalego», probablemente el forero más joven de «Correr en Galicia». Hice un par de fotos para mostrar el día que hacía y una voz conocida me asaltó desde atrás. Era Bardallas. Nos saludamos y nos hicimos una foto juntos.
Poco después apareció Javiyl. Charlamos unos momentos con J. Carlos Tuñas, que iba como siempre preocupado de que todo saliera bien y teniendo unas palabras con todo el mundo. Tras la charla, hicimos un amago de calentamiento. Me encontré con Mandrágora, con el que también crucé unas palabras. De la organización nos llamaron a la salida donde me tropecé con un viejo conocido (cuyo nombre no recuerdo) que conocí en Donantes de Sangre (yo donando y él trabajando) y que hemos coincidido en varias carreras.
Intenté irme hacia atrás para no estorbar pero había demasiado follón y decidí quedarme donde estaba. Éramos pocos pero la salida era compacta. En primera línea estaba Mijail Moriatov, corredor, violinista y forero de Correr en Galicia (éste es de los que corren mientras que otros trotamos). Tuñas dio las últimas indicaciones y sonó el pistoletazo de salida.
Como llevaba muy pocos kilómetros en las piernas y esta semana sólo había salido a rodar un rato, decidí correr por pulsaciones para, por lo menos, llegar dignamente a la meta. Al salir desde tan adelante, me fueron pasando los conocidos a los que deseé buen viaje, mientras controlaba que las pulsaciones no se me dispararan. Paró de llover y salvo en algún momento que chispeó un poco, el tiempo aguantó durante toda la carrera. En el suelo iban quedando los dorsales que la lluvia había desprendido de los imperdibles. El mío, todavía iba bien sujeto en mi camiseta.
En la cola de la carrera las cosas se toman con calma: gente trotando y charlando, otros hablando de política (local y nacional), uno más hablando con el móvil y preguntando si el niño ya se había despertado, ... Yo me fui fiando del pulsómetro durante los primeros siete kilómetros. El recorrido es muy rural, por carreteras estrechas y casas de campo. Prácticamente no había público mirando la carrera. Por lo menos, prácticamente nadie miraba la cola de la carrera. Llegué al avituallamiento con el dorsal en la mano (a mí también se me soltó) y tomé un trago de agua. Sólo quedaba una cuesta. La subí y comenzó mi segunda parte.
Tal y como había planificado, tras pasar las cuestas comencé a apretar un poco. Adelanté a un par de corredores que ya iban cascados y vi a los lesionados que se habían retirado y que estaban esperando por el coche escoba. En la puerta de algunas casas, algunos ancianos nos miraban pasar, como quien ve caer la lluvia. Una mujer pasó llevando un montón de cascos de cerveza, ginebra, ron, etc. Le dije en broma que gracias pero que ya había tomado agua en el avituallamiento, a lo que me contestó con una sonrisa y unas palabras de aliento. Ya me encontraba más animado y dejé de prestarle atención al pulsómetro. Sobre todo cuando vi que en un momento alcanzaba las 193 ppm. El corazón bombeaba como podía y mi ritmo fue aumentando. Los primeros kilómetros los había hecho entre 5'30"/km y 6'/km. Los tres últimos entre 4'30"/km y 4'45"/km. De menos a más como mandan los cánones de los populares. A falta de un par de kilómetros adelanté a Javi. Un poco más tarde, por fin vi la meta. Delante de mí iba una mujer pero no me pareció muy elegante adelantarla en ese momento y mantuve el ritmo hasta la llegada. Allí estaba mi familia, esperándome y sonriendo. Entré en meta con el dorsal en la mano, sujetándolo contra el pecho, y la sonrisa en los labios. Recogí la fruta y el obsequio y fui a por una bebida. No habia agua por lo que bebí un poco de Coca Cola. Mi hijo quiso saber en qué puesto había llegado y fui a preguntar. Al decirnos la clasificación nos ofrecieron que se apuntara a las escuelas deportivas de atletismo de Arteixo, invitación que decliné por no vivir en la localidad. Cuando ya me marchaba en el coche, vi a un conocido metiendo sus cosas en el maletero. Le saludé con un «¡Hasta luego, Mijail!» pero no sé si me reconoció.
Las clasificaciones ya están colgadas y casi bajé de la hora. El próximo año seguro que lo consigo.
Llovía en Arteixo cuando mi chica, mis niños y yo llegamos al Pabellón «Ponte dos Brozos». El chaval quiso participar en su categoría y fuimos juntos a recoger los dorsales. Troté un poquito a su lado para calentar pero enseguida llamaron a los peques a la salida. Después de la carrera de los peques me quedé a ver la de los «menos peques» en la que corría «corredorgalego», probablemente el forero más joven de «Correr en Galicia». Hice un par de fotos para mostrar el día que hacía y una voz conocida me asaltó desde atrás. Era Bardallas. Nos saludamos y nos hicimos una foto juntos.
Poco después apareció Javiyl. Charlamos unos momentos con J. Carlos Tuñas, que iba como siempre preocupado de que todo saliera bien y teniendo unas palabras con todo el mundo. Tras la charla, hicimos un amago de calentamiento. Me encontré con Mandrágora, con el que también crucé unas palabras. De la organización nos llamaron a la salida donde me tropecé con un viejo conocido (cuyo nombre no recuerdo) que conocí en Donantes de Sangre (yo donando y él trabajando) y que hemos coincidido en varias carreras.
Intenté irme hacia atrás para no estorbar pero había demasiado follón y decidí quedarme donde estaba. Éramos pocos pero la salida era compacta. En primera línea estaba Mijail Moriatov, corredor, violinista y forero de Correr en Galicia (éste es de los que corren mientras que otros trotamos). Tuñas dio las últimas indicaciones y sonó el pistoletazo de salida.
Como llevaba muy pocos kilómetros en las piernas y esta semana sólo había salido a rodar un rato, decidí correr por pulsaciones para, por lo menos, llegar dignamente a la meta. Al salir desde tan adelante, me fueron pasando los conocidos a los que deseé buen viaje, mientras controlaba que las pulsaciones no se me dispararan. Paró de llover y salvo en algún momento que chispeó un poco, el tiempo aguantó durante toda la carrera. En el suelo iban quedando los dorsales que la lluvia había desprendido de los imperdibles. El mío, todavía iba bien sujeto en mi camiseta.
En la cola de la carrera las cosas se toman con calma: gente trotando y charlando, otros hablando de política (local y nacional), uno más hablando con el móvil y preguntando si el niño ya se había despertado, ... Yo me fui fiando del pulsómetro durante los primeros siete kilómetros. El recorrido es muy rural, por carreteras estrechas y casas de campo. Prácticamente no había público mirando la carrera. Por lo menos, prácticamente nadie miraba la cola de la carrera. Llegué al avituallamiento con el dorsal en la mano (a mí también se me soltó) y tomé un trago de agua. Sólo quedaba una cuesta. La subí y comenzó mi segunda parte.
Tal y como había planificado, tras pasar las cuestas comencé a apretar un poco. Adelanté a un par de corredores que ya iban cascados y vi a los lesionados que se habían retirado y que estaban esperando por el coche escoba. En la puerta de algunas casas, algunos ancianos nos miraban pasar, como quien ve caer la lluvia. Una mujer pasó llevando un montón de cascos de cerveza, ginebra, ron, etc. Le dije en broma que gracias pero que ya había tomado agua en el avituallamiento, a lo que me contestó con una sonrisa y unas palabras de aliento. Ya me encontraba más animado y dejé de prestarle atención al pulsómetro. Sobre todo cuando vi que en un momento alcanzaba las 193 ppm. El corazón bombeaba como podía y mi ritmo fue aumentando. Los primeros kilómetros los había hecho entre 5'30"/km y 6'/km. Los tres últimos entre 4'30"/km y 4'45"/km. De menos a más como mandan los cánones de los populares. A falta de un par de kilómetros adelanté a Javi. Un poco más tarde, por fin vi la meta. Delante de mí iba una mujer pero no me pareció muy elegante adelantarla en ese momento y mantuve el ritmo hasta la llegada. Allí estaba mi familia, esperándome y sonriendo. Entré en meta con el dorsal en la mano, sujetándolo contra el pecho, y la sonrisa en los labios. Recogí la fruta y el obsequio y fui a por una bebida. No habia agua por lo que bebí un poco de Coca Cola. Mi hijo quiso saber en qué puesto había llegado y fui a preguntar. Al decirnos la clasificación nos ofrecieron que se apuntara a las escuelas deportivas de atletismo de Arteixo, invitación que decliné por no vivir en la localidad. Cuando ya me marchaba en el coche, vi a un conocido metiendo sus cosas en el maletero. Le saludé con un «¡Hasta luego, Mijail!» pero no sé si me reconoció.
Las clasificaciones ya están colgadas y casi bajé de la hora. El próximo año seguro que lo consigo.
9 comentarios:
khene buena carrera eres un crack yo ai anduve . ya mande el e-mail a champion chip aber si me solucionan el problema
gracias
Soy del montón, de la mitad para atrás, pero me encanta correr. Espero que sigas con esta afición y que te podamos ver llegar muy arriba ;-D
Hola Paco (ahora que ya nos presentamos formalmente ya sé tu nombre ademas de tu nick)
Un placer compartir contigo parte del recorrido. Muchas gracias por los consejos, como principiante en esto todo consejo es bienvenido.
Buena crónica.
Sigue pendiente un rodaje a ritmo parlanchín.
Saludos.
Una de mis primeras carreras... precioso recorrido aunque con una primera parte con un par de tramos durillos. Segunda mitad de bajada y rápida. Si mal no recuerdo anduvimos en torno a los 5'/km aquella vez ¿te acuerdas?. Ahora estoy con otras distancias... hoy tocó un "rodaje" de 30 kms con los colegas del CARMA que disfruté como siempre... y es que también adoro correr.¿Será peligroso? Ja!Ja!Ja!
Un abrazote ;-)
Javiyl, el placer ha sido mío. Dentro de unos meses correrás más, mejor y tratando de arañarle segundos al crono.
Maloquesoy, no lo olvido, aunque hasta fin de mes tengo unos fines de semana un poco liados.
Banderas, meu, lo recuerdo y te eché de menos. A ver cuando compartimos asfalto, que con tu entrenamiento para el maratón de Oporto, tienes un poco abandonadas las carreras populares. Tú ya estás en otra órbita, muy por encima de la mía. Por lo menos, espero que coincidamos en la Media Maratón Volta á Ría de Ferrol. No te lesiones, meu, que tienes en las piernas 3h30' para Oporto.
Ya vi que vas a Santiago, a ver si nos vemos campeón. Y tienes razón ahora nos esperan las carreras con lluvia y frio, por finnnnnnn. Un abrazo.
Mira que salís feos tú y Bardallas... jejeje.
Pipe, somos feos ;D
Publicar un comentario