¿Qué pasa al llegar a la meta en una carrera como la San Martiño de Ourense, con una participación de casi 3000 corredores? ¿Por qué aparecen las aglomeraciones en la meta? Vamos a hacer un pequeño análisis de la situación utilizando los datos de la llegada a meta en esta carrera. Los datos de los corredores son reales pero todo lo demás son suposiciones.
Supongamos que un corredor necesita de 3 segundos para recoger el botellín de agua. Estamos siendo optimistas, porque tiene que acercarse al mostrador, recoger el botellín y apartarse para ceder su sitio al siguiente. Imaginemos también que hay tres personas entregando botellines de agua. Cada minuto se pueden entregar 60 botellines.
Llega el primer corredor con un registro de 28:51. Le dan el botellín, sonríe y se va para las duchas. Un minuto después llegan dos corredores más. La misma historia.
En el minuto 37 han llegado un total de 153 corredores, con una afluencia máxima (en el último minuto) de 48 corredores. Vamos sobraos.
Minuto 38. Llegan 69 corredores. 60 de ellos reciben su botellín y 9 esperan un poquito.
Minuto 39. Llegan 68 corredores. 51 llevan botellín (porque aún quedaban 9 del minuto anterior) y 17 esperan su turno.
Minuto 42. Hay 116 corredores haciendo cola. Los «aguadores» cominezan a ponerse nerviosos y a entregar los botellines más rápido, pongamos que entregan 80 botellines cada minuto (seguimos siendo optimistas, porque hemos admitido una mejora de un 33%).
Minuto 44. Hay una cola de 335 corredores. Supongamos que piden ayuda, viene otra persona y aumentan el ritmo de entrega a 100 botellines por minuto (me estoy pasando con el optimismo).
Minuto 49. La cola ya es de 604 personas. Con estos cálculos súperoptimistas, hasta el minuto 58 la cola no sería de menos de 600 personas.
Pero estos cálculos están mal hechos porque cada corredor necesita más de 3 segundos para recoger el agua. Porque debido a la aglomeración, la gente no puede ceder su sitio al siguiente y se pierde más tiempo. Porque en la entrega de camisetas también hay atasco y nos quedamos encerrados en el recinto.
Los que corrieron a menos de 4'/km no han visto ningún problema porque en el minuto 40 sólo habían llegado 390 corredores. Pero entre el minuto 40 y el 55 han llegado 2140 corredores, que es un 73% de la participación. A partir del minuto 50, había encerradas más de 1000 personas esperando por su botellín de agua. Si hubiera surgido una emergencia, habría sido un desastre. El punto clave, donde tendrían que haber estado los de Protección Civil era allí. Y ya no quiero hablar del tipo del megáfono con sus «¡Viva San Martiño!».
No sé si había tres personas o diez entregando botellines de agua porque no me pude ni acercar al mostrador y no cogí ni agua, ni zumo, ni raquetas, ni nada. Lo único que cogí fue la camiseta y porque no tenía otro sitio por donde salir. Lo que sí sé es lo que pasó allí y es una pena que, después de que en otras ediciones lo tuvieran tan bien organizado, este año la cagaran (como diría House) de esta manera.
Supongamos que un corredor necesita de 3 segundos para recoger el botellín de agua. Estamos siendo optimistas, porque tiene que acercarse al mostrador, recoger el botellín y apartarse para ceder su sitio al siguiente. Imaginemos también que hay tres personas entregando botellines de agua. Cada minuto se pueden entregar 60 botellines.
Llega el primer corredor con un registro de 28:51. Le dan el botellín, sonríe y se va para las duchas. Un minuto después llegan dos corredores más. La misma historia.
En el minuto 37 han llegado un total de 153 corredores, con una afluencia máxima (en el último minuto) de 48 corredores. Vamos sobraos.
Minuto 38. Llegan 69 corredores. 60 de ellos reciben su botellín y 9 esperan un poquito.
Minuto 39. Llegan 68 corredores. 51 llevan botellín (porque aún quedaban 9 del minuto anterior) y 17 esperan su turno.
Minuto 42. Hay 116 corredores haciendo cola. Los «aguadores» cominezan a ponerse nerviosos y a entregar los botellines más rápido, pongamos que entregan 80 botellines cada minuto (seguimos siendo optimistas, porque hemos admitido una mejora de un 33%).
Minuto 44. Hay una cola de 335 corredores. Supongamos que piden ayuda, viene otra persona y aumentan el ritmo de entrega a 100 botellines por minuto (me estoy pasando con el optimismo).
Minuto 49. La cola ya es de 604 personas. Con estos cálculos súperoptimistas, hasta el minuto 58 la cola no sería de menos de 600 personas.
Pero estos cálculos están mal hechos porque cada corredor necesita más de 3 segundos para recoger el agua. Porque debido a la aglomeración, la gente no puede ceder su sitio al siguiente y se pierde más tiempo. Porque en la entrega de camisetas también hay atasco y nos quedamos encerrados en el recinto.
Los que corrieron a menos de 4'/km no han visto ningún problema porque en el minuto 40 sólo habían llegado 390 corredores. Pero entre el minuto 40 y el 55 han llegado 2140 corredores, que es un 73% de la participación. A partir del minuto 50, había encerradas más de 1000 personas esperando por su botellín de agua. Si hubiera surgido una emergencia, habría sido un desastre. El punto clave, donde tendrían que haber estado los de Protección Civil era allí. Y ya no quiero hablar del tipo del megáfono con sus «¡Viva San Martiño!».
No sé si había tres personas o diez entregando botellines de agua porque no me pude ni acercar al mostrador y no cogí ni agua, ni zumo, ni raquetas, ni nada. Lo único que cogí fue la camiseta y porque no tenía otro sitio por donde salir. Lo que sí sé es lo que pasó allí y es una pena que, después de que en otras ediciones lo tuvieran tan bien organizado, este año la cagaran (como diría House) de esta manera.
7 comentarios:
Muy bien analizado Khene, ese problema desgraciadamente ya me suena a otras carreras entre ellas sin ir más lejos la Vig-Bay, pero que se le va a hacer. Por cierto veo que en tú Blog menionas la tienda de The Running Shop (ya sabes me refiero a la que se encuentra en La Coruña), me podías comentar algo referente a ella, precios, material, trato con el cliente, asesoramiento, estudio de la pisada, etc ... te lo digo por que arrastro desde hace semanas una periostitis tibial (o algo así) y quiero agotar la posibilidad de echarle la culpa a mis actuales zapatillas, ASICS STRATUSS y DS TRAINIG XII. Gracias de ante mano.
La tienda de The Running Shop pertenece a un forero de Correr en Galicia, concretamente a 95min. Por lo poco que tengo hablado con él, lo que me han contado y lo que he leído, es un tío que controla mucho de esto. Tiene un trato muy amable. Te prestará unas zapas para ver cómo corres y te recomendará lo que te vaya mejor. No se preocupa tanto de meterte unas zapas caras como de que sean las que te van bien. Su estilo corriendo es una delicia y todo un espectáculo; parece que estás viendo «Carros de Fuego». Si vas por allí, dile que escribes en CenG. Se llama Brian.
Gracias Khene, tomo nota y perdona por relacionar este tema con un articulo (referente a la S. MArtiño)que no tiene nada que ver ... lo dicho Gracias y nos vemos en la Vuelta a la Ria.
Pues yo fui uno que sufrió la espera por la camiseta y por supuesto pasé de agua, zumo de no se qué, raquetas plastico y demás. Yo llegue en pleno badajo de la campana. Un abrazo.
Yo honestamente flipo......La peña se manda 10 km sudando pasando frio y despues se quejan por esperar en meta, a vos os poñia eu a traballar na terra.....;o)
Tom por cierto si vas a la tienda dile que vas de parte mia ,(no te hara descuento)pero, me hace ilusion.
Khene; o post é bastante bondadoso dende o punto de vista probabilístico... pero sirve para ilustrar moi ben a problematica que teñen moitas organizacións de carreiras populares. Nesto da loxistica de grupos hai moitos deseños e un dos mais estudados é o que se refire a comportamentos altamente previsibles como este da campana de gauss con intervalos ben coñecidos tanto polos datos fisiolóxicos como por ter xa un longo rexistro histórico.
vexo a túa lista de obxectivos; é unha boa idea ainda que a min non me funcionaría porque 'habelas hainas' e cada vez que digo: "vou a tal proba"... pois ó carallo. A ver si coincidimos e; si me ves a 'kanmiseta' fai favor de me dar un toque que son mal fisionomista e non me quedo coa faciana da xente (e moito menos dos homes).
Un análisis estupendo de la situación que se generó tanto en Compostela como en Ourense. Los que somos del montón estamos condenados a papar frío año tras años salvo que alguien se decida a cuidar un poco más a la gran "inmensa mayoría" de corredores aficionados y organice mejor la salida (por cajones) y la llegada (en filas (más de cuatro, por favor) desde el principio.
Nos leemos/vemos ;-9
Publicar un comentario