Ayer tuve un entrenamiento duro. La entrenadora del micoach me indicó que el jueves tocaban cuestas.
Salí a entrenar a las 10 y media de la noche, trotando hacia la cuesta de 1 kilómetro que hay cerca de mi casa (en Galicia no es difícil encontrar cuestas así). Después del calentamiento, comenzó la primera cuesta. Al poco, el khenéfono me indicó que comenzara a correr suave por la cuesta durante ¡5 minutos! Menos mal que soy lento porque cada cuesta era de ¡800 metros!
Fueron tres repeticiones con recuperación de 5 minutos. Cuando empezaba la tercera repetición comenzó a llover. Era una lluvia intensa, sin llegar a tormentosa. Iluso de mí que había llevado las gafas por no ponerme las lentillas. Total, por un par de horas... Al terminar la cuesta las tenía completamente mojadas. Después quedaba la recuperacion de 5 minutos y el descalentamiento de otros cinco minutos. Durante la bajada había tramos en los que no veía donde pisaba e incluso di un pequeño traspiés. Cuando llegué a casa estaba empapado. Se acabó lo de ir con la equipación de verano. A partir de ahora tempezaré a usar la de invierno.
Hoy no estoy de muy buen humor. En mi empresa van a hacer un ERE. Creo que no me van a regular, pero todo es posible. Igualmente me fastidia que le toque a otros compañeros. Y ya sabes lo de las barbas de tu vecino
Salí a entrenar a las 10 y media de la noche, trotando hacia la cuesta de 1 kilómetro que hay cerca de mi casa (en Galicia no es difícil encontrar cuestas así). Después del calentamiento, comenzó la primera cuesta. Al poco, el khenéfono me indicó que comenzara a correr suave por la cuesta durante ¡5 minutos! Menos mal que soy lento porque cada cuesta era de ¡800 metros!
Fueron tres repeticiones con recuperación de 5 minutos. Cuando empezaba la tercera repetición comenzó a llover. Era una lluvia intensa, sin llegar a tormentosa. Iluso de mí que había llevado las gafas por no ponerme las lentillas. Total, por un par de horas... Al terminar la cuesta las tenía completamente mojadas. Después quedaba la recuperacion de 5 minutos y el descalentamiento de otros cinco minutos. Durante la bajada había tramos en los que no veía donde pisaba e incluso di un pequeño traspiés. Cuando llegué a casa estaba empapado. Se acabó lo de ir con la equipación de verano. A partir de ahora tempezaré a usar la de invierno.
Hoy no estoy de muy buen humor. En mi empresa van a hacer un ERE. Creo que no me van a regular, pero todo es posible. Igualmente me fastidia que le toque a otros compañeros. Y ya sabes lo de las barbas de tu vecino
1 comentario:
Maldita crisis, siempre la pagamos los pobres curritos, espero que te vaya bien a ti por lo menos. Y lo de la ropa de verano va a ser que no, mallitas largas, gorrito y cortavientos. Que luego cogemos constipaos. Un abrazo.
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