sábado, 11 de octubre de 2008

Historia de una ida y una vuelta

A vueltas con la calibración de los sensores de zapatilla, me encontraba con que la distancia recorrida en un sentido y la misma distancia recorrida en sentido contrario eran distintas. Le di muchas vueltas al asunto. Calculé la diferencia entre la distancia recorrida por cada pie al torcer una esquina, pero era una cifra insignificante (dejando aparte que los giros a izquierdas se compensaban con los giros a derechas). También calculé la diferencia entre ambos pies al pasar por un tramo semicircular de medio kilómetro que hay en mi zona de entrenamiento habitual, pero la diferencia también era muy pequeña. Pensé en si tenía que ver el ritmo de carrera, que estuviera más o menos cansado, y otros factores similares, pero todos los análisis me daban resultados demasiado ridículos, incluso sumando todos juntos. Al final caí en la cuenta y encontré la solución al enigma.

Resulta que tomo las curvas de manera distinta en la ida que en la vuelta. En la ida me abro más al doblar las esquinas y a la vuelta las tomo más cerradas. Parece una chorrada, pero en un tramo de dos kilómetros, hay unos 25 metros de diferencia entre la ida (cuando calibro el acelerómetro) y a la vuelta (cuando compruebo la calibración). Como consecuencia, veinticinco metros antes de llegar al punto de partida, mi entrenadora me canta el punto kilométrico.

Misterio resuelto. Tengo que buscar una recta de dos kilómetros para la calibración >^-^<

3 comentarios:

Oscarunin dijo...

buenas noches , solo decirte que me alegro de haberte conocido personalmente.
un saludo y hasta la proxima

khene dijo...

Igualmente ;-D

Oscarunin dijo...

vamos khene, esperamos tu cronica... jeje
has quedado ko eh? a mi me paso lo mismo... jejej la famosa resaca post carrera
saludos