jueves, 16 de octubre de 2008

Crónica: A Coruña 10

El sábado por la tarde fui con Banderas a buscar el dorsal. Eran casi las diez de la noche y nos dieron el novecientos y pico. Después fuimos en coche por el recorrido de la carrera para que supiera cómo era. Ahora sólo faltaba que el tiempo acompañara.

Domingo por la mañana. Suena el despertador. Después de haber pasado un sábado de celebración y amiguetes, llega el día de la carrera. Me levanto y veo que mi amigo Banderas ya se ha tomado sus vasitos de agua. El cielo está nublado pero no amenaza con lluvia. Hace una buena temperatura. Los niños ya se han levantado y pululan por la casa mientras tomamos el desayuno. Comienza la rutina precarrera.

Entre unas cosas y otras, se nos hace tarde y no llegamos a tiempo a la foto de familia. La chicas nos dejan en el kiosco Alfonso mientras van con los niños a aparcar los coches. Comenzamos a ver caras conocidas. Entre ellas, una enorme sonrisa está iluminando la mañana. Es Marola y sus enormes y oscuros ojos, acompañada de Woopi (tiene pinta de buen tío). También veo a Flip y su pareja, cosa que me alegra un montón. Muchas caras conocidas y otras no tanto. Saludo a Picapiedra, a Azochador, a Irdam, a Fema (¡Qué grande es este tío! No de tamaño, sino de corazón), a Jesús, a Mrdixie y a muchos más que me dejo en el tintero (más bien en el teclado). Comienzo a calentar y noto una opresión en la vejiga. Me acerco a los servicios del Centro Comercial El Puerto y alivio la situación. En esto, una voz que no conozco me saluda. Se presenta como Moussambani y me dice que me ha reconocido por el «nick» en la espalda. Era obvio, ¿no?. Lo que también es obvio, es que sólo nos saludamos de palabra y no con un apretón de manos.

Vuelvo a la zona del Obelisco. Casi todos ya están preparados para salir y yo todavía estoy calentando. Unos pequeños estiramientos mientras la gente aplaude algo que ha dicho el «speaker». Busco un hueco y me coloco junto a Xan_de_Ris y Woopi. De repente, veo que la gente está corriendo. No oí la salida. Activo el khenéfono y salgo despacito, muuuuy despacito. Mi intención en esta carrera era conocer mi estado de forma, saber cómo voy de pulsaciones durante la carrera y saber qué velocidad puedo llevar en una carrera. Me adelanta casi todo el mundo, mientras voy intentando controlar las pulsaciones en la zona amarilla. Adelanto a Julián Bernal al pasar el hotel Finisterre y le doy ánimos. Sigo controlando que las pulsaciones no pasen del 90%. Seguiré así hasta la Torre de Hércules y después, a ver qué dicen las piernas. El ritmo va en progresión entre 6'30"/km y 5'30"/km. Me sirve de calentamiento. Adelanto a Woopi y a Xan_de _Ris y luego me adelantan ellos. Por último vuelvo a adelantarlos. A Woopi le recomiendo que baje el ritmo en las cuestas para que no le suban demasiado las pulsaciones.

Ya veo la Torre de Hércules, sólida y gris. Comienza mi carrera. Empiezo a aumentar el ritmo pero controlando las sensaciones. También empiezo a adelantar gente. Uso un par de veces el «método Marola» y me va bien. Van pasando los kilómetros. Al llegar al Playa Club, veo que viene de frente gente conocida. Animo a jotaeme, a Marola, a mi gran amigo Banderas con cara de esfuerzo, a Pardo... perdón, quería decir Alber, aunque va demasiado lejos y no lo puedo saludar. Sigo acelerando. Llegamos a la Casa del Agua y damos la vuelta. Me encuentro bien. Plaza de Pontevedra, San Andrés.. y comienzo a sentir náusea. Ahora ya sé a qué se debe: estoy en mis pulsaciones máximas. He alcanzado el 100%. Será mejor bajar un pelín el ritmo. A la altura del Obelisco, el marcador de la meta muestra unos 45 minutos. Falta 1 kilómetro. Giro en Puerta real y vuelvo a acelerar. De nuevo la náusea. Bajo el ritmo y entro en algo menos de 50 minutos.

Al llegar me encuentro con viejos conocidos. Me cuelo hasta Banderas. Veo a Ferrolano (¡maestro!) y charlo un rato con él. A su lado está Manwe. Banderas se queja del tiempo de espera para recoger la camiseta y el botellín de agua. Tiene razón. Estuvimos 15 minutos en la cola. Alguien comenta que estamos en la mitad de una campana de Gauss. Pues qué gracia. Me entregan un botellín de agua, una camiseta igual que la del año pasado, restos de serie de La Voz de Galicia y unos detallitos que entregaban las chicas que iban en los Segway promocionando el nuevo Centro Comercial Dolce Vita.

Saludo a Tom y a Killoke y me presentan a Ian. También veo a Elyana, que estaba muy cabreada. Se acerca un desconocido y se presenta. ¡Por fin conozco a Oscar Ourense! Me pareció un tipo muy agradable (bueno, también es cierto que todos los que vamos a las carreras somos gente guay). Echo de menos a Ojordo, pero me dicen que no ha podido venir porque su madre se ha puesto mal. Espero que se mejore, Miguel. Tras estar un rato charlando con los correlegas, Banderas y yo nos vamos a casa a darnos una ducha. Después vamos a comer a Cambalache con los amigos de Correr en Galicia. Fue una carrera bonita que me ha permitido saber cómo estoy de forma. Ritmo medio: 5'/km. Comencé a 6'30" y terminé a cuatro y pico. Espero mejorar en la Pedestre.

3 comentarios:

Oscarunin dijo...

Buenas noches Khene, ya tenia ganas de leer tu cronica, lo cual siempre es agradable y reconfortante.
Dos cosas:
Gracias de nuevo por la apreciacion sobre mi persona... de todas formas creo que estaba algo euforico.. jajaja, jamas pense acabar como acabe.
pero sin embargo leyeendo tu cronica y como ya me dijo Carlos (corredorsolitario) no deberia de haber salido tan escopeteao... o si?
si viste mi blog verias los ritmos.. sali a mil por hora y tu saliendo a 6'30" hiciste practicamente el mismo tiempo. mmm creo que es algo que he de aprender.
nada lo dicho un placer volver a saber de ti.
Nos vemos (aunque no sera en la pedestre... compromisos de otras indoles me reclaman)

khene dijo...

Lo recomendable es ir de menos a más, salvo los de élite, que van de más a más.

Supongo que nos veremos en la San Martiño, ¿no? ;-D

banderas dijo...

Bonita crónica, sí señor. El compañero Banderas andaba incubando una gripe y por eso su bajo rendimiento. La noche anterior había pedido "el palo" y al probarlo comprobó que no tenía "nudos", con lo cual le extrañaron las molestias que tenía... igual que el domingo por la mañana. Lo atribuyó a los nervios, pero no era eso... eran los dolores musculares de un buen trancazo... así llegó a casa con 38 de fiebre.

La carrera fue más sufrida de lo necesario porque el cuerpo no iba y la cabeza le pedía más y no daba... ahora sé por qué... y es que el cuerpo es muuuuuy sabio.

Saludiños ;-)