El sábado me tocaba un entrenamiento de recuperación, de 30'. Como pasé todo el día con mi familia, no pude salir a entrenar. Tampoco me importó. Tengo muy claras mis prioridades. Pero, cuando volvía a casa cerca de las doce de la noche, me asaltó un pensamiento: «¿Qué me dirá la chica del khenéfono al saltarme un entreno?».
El domingo me conecté a la web de micoach para ver qué había pasado. Simplemente se había saltado el día, había borrado el proyecto de entrenamiento del sábado y no había modificado el entrenamiento del domingo. Probé a editar el entrenamiento y...¡voilá!, arreglé el asunto en un pispás. Lo configuré para que recomenzara el domingo con el entreno que me había saltado (los entrenamientos dentro de un planning están numerados). Actualizó el calendario completo y retrasó un día la finalización del plan. Tenía dudas de qué pasaría cuando participara un fin de semana en una carrera. Ahora ya lo sé. Me salto el entreno, lo paso para el día siguiente y todo en orden.
¡Me encanta este cacharro!
El domingo por la noche me calzé los Nike Triax 10, acoplé el sensor de velocidad y aproveché el rodaje para calibrarlo. Echo de menos la posibilidad de calibrado manual. Así, cuando cambiara de zapas, no tendría que recalibrar el maicouch con una carrera.
Las pulsaciones en reposo me han bajado bastante. Había vuelto a tener más de 60 y hoy las he medido y sólo tengo 52. El peso es lo que no da bajado.
El domingo me conecté a la web de micoach para ver qué había pasado. Simplemente se había saltado el día, había borrado el proyecto de entrenamiento del sábado y no había modificado el entrenamiento del domingo. Probé a editar el entrenamiento y...¡voilá!, arreglé el asunto en un pispás. Lo configuré para que recomenzara el domingo con el entreno que me había saltado (los entrenamientos dentro de un planning están numerados). Actualizó el calendario completo y retrasó un día la finalización del plan. Tenía dudas de qué pasaría cuando participara un fin de semana en una carrera. Ahora ya lo sé. Me salto el entreno, lo paso para el día siguiente y todo en orden.
¡Me encanta este cacharro!
El domingo por la noche me calzé los Nike Triax 10, acoplé el sensor de velocidad y aproveché el rodaje para calibrarlo. Echo de menos la posibilidad de calibrado manual. Así, cuando cambiara de zapas, no tendría que recalibrar el maicouch con una carrera.
Las pulsaciones en reposo me han bajado bastante. Había vuelto a tener más de 60 y hoy las he medido y sólo tengo 52. El peso es lo que no da bajado.
2 comentarios:
¡¡Ese es mi Khene!!... el rey de los gadgets tecnológicos (con todo el respeto hacia el maestro Ferrolano, claro). Tío, ya me pondrás al día en vivo y en directo de los avances técnicos que te has marcado, que me lío con tanta carallada (y habla el chaval que se compró un Fore y te pasó un pulsómetro).
Un abrazote ;-P
Este finde estaré por Vigo, salvo el sábado por la tarde que iré a Santiago a la conferencia de Stephen Hawking. Quedamos cuando quieras.
Gracias por tu khenentario, meu. Te echaba de menos por estos lares.
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