Aunque intenté llegar a tiempo a la kedada, una vez más llegué tarde.
Después de ver al keniata calentando, lo vi haciendo un poco de skipping y aluciné todavía más.
Isa parece que ha rejuvenecido desde que le dejan correr de nuevo. Incluso está más guapa. Siempre he pensado que lo que más embellece el rostro de una mujer es una enorme sonrisa.
Me fui hasta los aseos con José María, a hacer el pis precarrera, y me sorprendió ver a todos usando las tazas mientras que los urinarios estaban vacíos. Yo usé un urinario, aunque me siento incómodo si hay gente deambulando por detrás. Los corredores somos tímidos.
Algunos no son tan tímidos. Cuando iba hacia la kedada vi a un corredor, en plena Praza do Obradoiro, meando contra los muros de la catedral. Me pareció una grosería. En otras circunstancias, ese hombre no habría hecho eso. Algunos creen que por participar en una carrera tienen permiso para mear en cualquier sitio. Si un policía le hubiera dicho algo, ¿qué hubiera contestado este hombre?: ¿«Estoy meando contra la catedral porque voy a participar en una carrera»?.
La diferencia de tiempo para hacer doce kilómetros entre mi mejor punto de forma y el peor (esta edición) son 8 minutos.
Óscar me enseñó su dorsal y yo lo miré sorprendido. Después me aclaró que era para que viera su nombre completo, porque yo sólo lo conocía por el apodo del foro.
Jotaeme es un puto crack. Con la espalda hecha polvo y sigue asistiendo a las carreras. Se merece una medalla por su esfuerzo, tesón y capacidad de sufrimiento.
Al subir la cuesta de Vite, saludé a Ángel pero creo que él no me reconoció, salvo cuando leyó mi nick en la espalda.
En la cuesta de Vite, los de la Escuela Naval de Marín nos adelantaron a mí y a una chica. Le dije a la chica: «Ten cuidado, que van salpicando testosterona». Ella se echó a reir y me dio la razón.
Al llegar a meta vi a una chica que llevaba en la camiseta escrito «MORSATOLA». Yo creía que el «Morsatola» del foro era un hombre pero, aún así le pregunté: «¿Escribes en Correr en Galicia?» Ella me contestó: «No, soy de Pontevedra» (no sé qué me habrá entendido)
Al pasar por el Campus Sur me fijé que, delante de los de la Escuela Naval, iba un hombre más bien talludito que llevaba una camiseta blanca con la silueta de una fragata en la espalda. Debajo ponía «Armada Española». Entendí que era el superior de los marineros y que les iba marcando el paso.
Esta vez descubrí que la mejor forma de salir de la Praza do Obradoiro es por la esquina que da a la Rúa do Vilar.
El día que haya un accidente, buscarán otra manera de entregar el botellín de agua y la camiseta a los corredores sin que haya tanto atasco. La mitad de la culpa también es de nosotros porque, cuando salimos de la cola, nos olvidamos de los que vienen detrás y vamos con toda la calma del mundo. Aún así, lo de «emborregarnos» allí no tiene nombre.
La medalla se la di a mi hija y la llevó colgada del cuello todo el día.
Me marché con prisa porque había quedado con la familia. Tampoco vi a muchos conocidos.
En el primer avituallamiento me dieron el botellín de agua cerrado. En la otra mano llevaba el cartel reivindicativo de la Alameda, por lo que la tuve que abrir con los dientes. La segunda vez me la dieron abierta.
¿Qué les costará poner unos contenedores abiertos a 200 metros de los avituallamientos? Con tal de avisarlo, todos echaríamos los botellines dentro.
No vi a Óscar de Ourense. Al que sí vi, y con el que compartí prácticamente todo el camino, fue a Grimo.
Como no dieron nada de alimento sólido, me compré y devoré una napolitana de chocolate que me sentó de maravilla.
Aunque no dieran camiseta ni agua, seguiría yendo a la carrera. Es un lujo correr por las calles de Santiago. Eso sí, si no van a dar nada, que avisen para dejar una botella de Gatorade y algo de fruta en el coche.
3 comentarios:
Pues si que te da para pensar la carrera, estoy de acuerdo contigo en la mayoria de los puntos y por supuesto el año que viene repito. Un abrazo.
Buenas reflexiones.. sí señor.
Al igual que grimo comparto la mayoria de las cosas..
esos dos km volando hasta el obradoiro realmente ponen los pelos de punta.
a mi me parecio verte en san Clemente.. me pareciste uno que bajaba raudo y veloz al parkin.. yo estaba estirando con Hugo (Zeus) en la escalinata del parkin.
bueno a ver si en Ourense nos vemos... sera mi primera carrera con un objetivo de verdad entre ceja y ceja, ya que en los otros me he quedado corto y me he subestimado.
El verdadero Morsatola es más peludo y grueso, no obstante te manda saludos.
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