Ayer volví a salir a entrenar. El khenéfono me tenía programado una especie de fartlek de 40'. Me costó un «egg» acabarlo. Es de esos entrenamientos que terminas con la cabeza porque ni las piernas ni el pecho te va.
El lunes había escrito que volvía a los entrenamientos pero tuve un pequeño percance. Allá por las siete de la tarde, el cielo se iluminó con un relámpago, seguido del sonido del trueno. De broma dije que seguro que había caído en mi casa. Me equivoqué por pocos metros. El rayo cayó en el edificio de al lado.
Cuando volvía a casa vi que toda la urbanización estaba a oscuras. Pensé en cambiarme sin luz y salir a entrenar pero, además de que el alumbrado público no estaba al ciento por ciento, no me apetecía ducharme a oscuras. Y eso si es que me podía duchar porque creo que las calderas murales electrónicas no funcionan sin corriente. Tampoco podría cenar algo caliente porque toda la cocina es eléctrica. Decidí ir al cine a ver la peli de James Bond. Cuando volví a casa ya había luz. Delante del portal estaba todo lleno de cascotes por el impacto del rayo.
No funcionaba el ascensor (ya funciona), no podía ver la tele porque la antena comunitaria está cascada (sigue estropeada), no tenía línea de teléfono (sigo sin ella, aunque han pasado dos días desde que di el parte de avería, y un día desde que reclamé que seguía sin línea) y se me había quemado el router (se quemó a través de la línea teléfonica). Espero que me arreglen la línea hoy y ya he pedido otro router. Hasta hoy no he tenido un rato en el trabajo para poder escribir algo aquí.
El martes fui a visitar a mi mujer y a los niños y, cuando iba por la autopista, una piedra del tamaño de un huevo de gallina impactó contra mi parabrisas. Estaba en el asfalto y salió despedido al pasarle un coche por encima. Por suerte no me pasó nada grave.
El miércoles al mediodía, al salir del curro, volví a casa y me encontré con otra sorpresa. La noche que no dormí aquí se había ido la luz y el congelador estaba con una hermosa luz roja. He perdido casi todo lo que tenía en el congelador. Lo de la nevera aguantó algo más.
Hoy, si no me pasa nada más, volveré a salir a entrenar. Ya falta menos para la Media «Volta á Ría de Ferrol». A continuación empezaré con el entrenamiento para el Maratón de Madrid.
El lunes había escrito que volvía a los entrenamientos pero tuve un pequeño percance. Allá por las siete de la tarde, el cielo se iluminó con un relámpago, seguido del sonido del trueno. De broma dije que seguro que había caído en mi casa. Me equivoqué por pocos metros. El rayo cayó en el edificio de al lado.
Cuando volvía a casa vi que toda la urbanización estaba a oscuras. Pensé en cambiarme sin luz y salir a entrenar pero, además de que el alumbrado público no estaba al ciento por ciento, no me apetecía ducharme a oscuras. Y eso si es que me podía duchar porque creo que las calderas murales electrónicas no funcionan sin corriente. Tampoco podría cenar algo caliente porque toda la cocina es eléctrica. Decidí ir al cine a ver la peli de James Bond. Cuando volví a casa ya había luz. Delante del portal estaba todo lleno de cascotes por el impacto del rayo.
No funcionaba el ascensor (ya funciona), no podía ver la tele porque la antena comunitaria está cascada (sigue estropeada), no tenía línea de teléfono (sigo sin ella, aunque han pasado dos días desde que di el parte de avería, y un día desde que reclamé que seguía sin línea) y se me había quemado el router (se quemó a través de la línea teléfonica). Espero que me arreglen la línea hoy y ya he pedido otro router. Hasta hoy no he tenido un rato en el trabajo para poder escribir algo aquí.
El martes fui a visitar a mi mujer y a los niños y, cuando iba por la autopista, una piedra del tamaño de un huevo de gallina impactó contra mi parabrisas. Estaba en el asfalto y salió despedido al pasarle un coche por encima. Por suerte no me pasó nada grave.
El miércoles al mediodía, al salir del curro, volví a casa y me encontré con otra sorpresa. La noche que no dormí aquí se había ido la luz y el congelador estaba con una hermosa luz roja. He perdido casi todo lo que tenía en el congelador. Lo de la nevera aguantó algo más.
Hoy, si no me pasa nada más, volveré a salir a entrenar. Ya falta menos para la Media «Volta á Ría de Ferrol». A continuación empezaré con el entrenamiento para el Maratón de Madrid.
7 comentarios:
Amigo: en una ocasion vivi una etapa bastante similar, problemas con el negocio, me habia dejado mi novia, se le fundio el motor a mi Toyota (Machito), el socio me estaba robando, etc...eso en cuatro dias. Un conocido me dijo que entrara a la playa de espalda,porque supuestamente el agua del mar y sus olas me llevarian la mala suerte...Yo le conteste: "Deja, deja, no vaya ser que entrando de espaldas me espere un negro con una tranca enorme y de paso me de pol culo..." Y aqui estoy...Aunque en ocasiones echo de menos al negro jejejejeje...ANIMO CAMPEON.
Joer pues me equivoqué esta está siendo aun peor, que se acabe cuanto antes porque te me haces daño. Un abrazo.
Aunque sigo sin teléfono (ayer llamé a averías de Telefónica por tercera vez), sin router (que sin línea no me sirve para nada) y sin televisión (cosas de las antenas colectivas), por lo menos he vuelto a los entrenamientos. La semana se está terminando y todo tiene mejor color ;D
Saludos y gracias por los ánimos
>^-^<
YA SE SABE , LAS DESGRACIAS VIENEN JUNTAS, SIEMPRE
TRABQUILO YA PASO
El caso es tener salud khene , no decaigas ,las malas rachas se supena corriendo mas que ellas , animo.
Claro que sí. Apretamos los dientes y seguimos adelante. Sigo sin internet (ahora estoy en casa de mis padres) y es muy probable que no pueda participar en la Media Volta á Ría de Ferrol porque este viernes operan a mi madre y hay que echar una mano a la familia cuando nos necesitan. Aunque llevo tres meses entrenando para esta media, tengo bastante claras las prioridades en mi vida.
Tampoco estoy seguro de poder ir a Lugo a la Monumental, depende de cómo le vaya la recuperación a mi madre.
Si no puedo ir a Neda el día 14, la sustituiré por la media de Viana, el 25 de enero.
Gracias a todos por los ánimos. Me habéis ayudado mucho más de lo que podáis imaginar.
En cuanto vuelva a tener internet en casa, volveré a daros el coñazo con mis crónicas. Por lo menos ya tengo teléfono y tele (aunque para lo que la veo...)
>^-^<
Animo de parte de un anónimo.
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