El domingo, después de uno de esos fines de semana en que piensas que no has podido «recargar las pilas», me saqué de encima toda la tontería acumulada y comencé a entrenar de nuevo. Cuando estaba llegando a casa calculé cuántos días había estado sin correr. Hoy hacía el día 42 (bueno, ayer, porque por la hora que es, esto lo voy a publicar después de las 12 de la noche).
Las sensaciones son de pesadez. Salí a buen ritmo, casi con chulería, pero a los cinco kilómetros mi cuerpo me recordó que a mis piernas le había robado muchos kilómetros. Especialmente la pierna izquierda.
Terminé con la lengua fuera pero con la satisfacción de haber llegado a casa todo sudado después de haber estado una hora corriendo. Necesitaba esta carga de endorfinas y serotonina. No me había dado cuenta de cómo la echaba de menos. Me siento renacer de las cenizas. Mañana, más.
2 comentarios:
Enhorabuena por tu regreso de las cenizas ¡Oh, Fénix de los atletas! ;-P
Bromas aparte, creo que has hecho muy bien dejando esa larga temporada de descanso. Ahora, a empezar como si nunca antes hubieras corrido... o casi... cogiendo poco a poco fondo y ritmo... te lo dice uno que no lo hizo así y luego le pasó lo que le pasó.
¡Salud y kilómetros! ;-D
Bienvenida al mundo de las camisetas mojadas, perdón, sudadas, enfin.... ya me entiendes, mejor me callo que hoy lo relaciono todo con el sexo.
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