El sábado fui a la primera carrera tras el Mapoma. Era una carrera corta, de 5,2 km. Como suele ocurrir en los cincomiles, fue una carrera muy rápida. El ganador indiscutible fue Elías Domínguez, seguido a bastante distancia por Alejandro Pesado. Dejando aparte a los cracks, los que vamos a disfrutar conseguimos nuestros objetivos.
La salida es cuesta abajo y la gente se lanza a por todas desde el principio. El recorrido es todo por asfalto y me alegro de ello porque no me quiero imaginar si los «rastros» que habían dejado las vacas por el medio de la carretera se encontraran en medio de un camino de tierra. Después de varios toboganes nos encontramos con el muro: una cuesta de las que piensas que sin crampones no la vas a poder escalar. Tras la pared, un pequeño descanso, un repecho y la meta. Mi resultado, como es habitual, fue muy discreto. Delante de mí llegaron dos terceras partes de los corredores y detras un tercio (que no era el de Flandes). Mi ritmo medio fue de 4'30"/km.
El ambiente es fantástico y festivo. Julián Bernal tampoco se perdió esta carrera y, como es habitual, ganó en su categoría a sus 89 añitos.
A los niños les dieron medallas agua y camisetas. A los mayores nos agasajaron con una camiseta, agua, líquido lavaparabrisas (perdón, quería decir Powerade), manzanas y ¡empanada de atún!
Fue una pena no coincidir con Bestiario, aunque sí conocí a Castiñeiras. También me presentaron a Bibi, con la que fui codo con codo la mayor parte del recorrido.
La salida es cuesta abajo y la gente se lanza a por todas desde el principio. El recorrido es todo por asfalto y me alegro de ello porque no me quiero imaginar si los «rastros» que habían dejado las vacas por el medio de la carretera se encontraran en medio de un camino de tierra. Después de varios toboganes nos encontramos con el muro: una cuesta de las que piensas que sin crampones no la vas a poder escalar. Tras la pared, un pequeño descanso, un repecho y la meta. Mi resultado, como es habitual, fue muy discreto. Delante de mí llegaron dos terceras partes de los corredores y detras un tercio (que no era el de Flandes). Mi ritmo medio fue de 4'30"/km.
El ambiente es fantástico y festivo. Julián Bernal tampoco se perdió esta carrera y, como es habitual, ganó en su categoría a sus 89 añitos.
A los niños les dieron medallas agua y camisetas. A los mayores nos agasajaron con una camiseta, agua, líquido lavaparabrisas (perdón, quería decir Powerade), manzanas y ¡empanada de atún!
Fue una pena no coincidir con Bestiario, aunque sí conocí a Castiñeiras. También me presentaron a Bibi, con la que fui codo con codo la mayor parte del recorrido.
1 comentario:
hola campeon. enhorabuena por esta bitacora. Me ha sido de ayuda , sobre todo en lo de las fotos, imaginate que ha dia de ayer recien me baje las de NY....Sigue asi y en cual nos veremos proximamente??Cuando puedas enviame el logo de El Glorioso equipo pastelero.
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