viernes, 9 de septiembre de 2011

Hoy salí a correr con el plan de reinserción deportiva. Treinta minutos alternando trotar y andar, en intervalos de 1 minuto. Fueron 30 minutos para poco más de 3 kilómetros y medio. El lunes y el miércoles habían sido 20 minutos: 2 kilómetros y poco el lunes; algo más de 2 y medio el miércoles. Eso sí, a ritmo suave y por la hierba.

Hoy me persiguió un perro. El dueño lo llamó y lo estuvo acariciando y calmando mientras le explicaba que todo estaba bien y que no tenía porque perseguir gorditos trotando en pantalón corto. Eso estaría genial si el perro entendiera lo que le decían. Pero el perro entendió: «Persigo a un gordito corriendo en pantalón corto y mi amo me da caricias y cariños. Cuando lo vuelva a ver... ¡lo perseguiré más para que me den más caricias!» Así fue. Otra vuelta y el perro se vino detrás de mí hasta mucho más lejos. Cuando el gato que hay en mí se hartó de tanta tontería, paré de correr, me di la vuelta y le dije con voz enérgica (era un perro de tamaño más bien recortadito): «¡Pasa para allá!», al tiempo que con el brazo extendido señalaba hacia su dueño. Lo volví a repetir, me di la vuelta y seguí corriendo. El perro se calló y volvió por donde había venido. No volvió a molestarme.


Tras el entreno, estiramientos, que fueron la causa de mi desdicha (mas bien la ausencia de ellos). Como no me llegaba con ser cortito de entendederas, ahora resulta que también soy cortito de isquiotibiales por no estirar bien. Pues ale, a estiiiraaaaaar isquios, cuádriceps, vasto interno, gemelos, sóleo y cintilla iliotibial. 

Esta tarde tengo que llamar a mi fisio para contarle cómo me va. A ver qué me dice. La última sesión moló más que las anteriores porque no me pinchó y me puso kinesiotapping sobre la fascia lata con cinta de un azul brillante muy chulo. Ahora ya entiendo eso de ir al fisio y salir «como nuevo». A ver si por fin se queda atrás la lesión.

También tengo que llamar a un buen amigo para ver si ya le ha cicatrizado la lesión en el alma. No todas las lesiones de los corredores son en las piernas. Un abrazo, meu ;-)